Seguro que te has hecho esta pregunta alguna vez. Aunque lo fácil para trabajar es llevar la ropa de calle que resulte más cómoda, algunas empresas pueden obligar a sus empleados a llevar ropa de trabajo. No solo lo exigen por estética, sino también por seguridad o higiene.
La ropa laboral es un elemento de protección individual, con características especiales que la hacen diferente de la ropa de calle, especialmente diseñada para determinados ámbitos laborales que conlleven cierto riesgo para la seguridad del trabajador.
La ropa de trabajo debe adaptarse a la labor concreta que desempeñe un trabajador para proporcionarle la seguridad que necesita. Por ejemplo, un operario de carreteras que trabaja de noche, necesitará un uniforme de alta visibilidad o reflectante. También para preservar la higiene del mismo trabajador o de otras personas, en el caso de personal de hospitales o cuando se manipulen alimentos...
Para muchas empresas, sobre todo las que están más de cara al público, es muy importante dar una buena primera impresión a sus clientes. Por ello exigen a sus trabajadores dar una imagen corporativa, de unidad con la empresa, que se sientan identificados con ella. Además de consolidar una imagen más profesional, facilita la identificación de sus trabajadores, ya que al ir todos con su uniforme representativo, los clientes reconocen rápidamente al trabajador y a la empresa para la que trabaja.
En definitiva, llevar ropa de trabajo no solo es beneficioso para el empleado, sino también para la empresa y sus clientes. Si necesitas saber algo más sobre los uniformes de trabajo, ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos.
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